sábado, 3 de noviembre de 2007

28.

Desde que te amo, tranquilo, no duermo.
Eres tan niña que me llamarás a las dos

o tres de la madrugada. Desconectaré
el cable del teléfono. Apagaré mi aparato

celular y me meteré en la cama, feliz,
como un obrero de la construcción.

No tomaré alplaxes, tampoco ribotriles.
No fumaré marihuana como la clase media.

Dejaré de hacerte caso. De ti me libraré,
poco a poco. Mañana será otro día y ya

no soñaré contigo, porque soñar contigo
es soñar soñar...