domingo, 5 de agosto de 2007

77.

turgencia de tus senos delicados,
que huelen a romero y a menta,
como te escribí anoche, cuando no

dejaba de imaginarte, en el agua
tibia de la tina, escuchando tu música
en mp3 y pensando en vaya a saber

qué cosas, en el piso alto de la torre
donde vives; déjame entonces
lamer tus pezones de lirio tropical

y no me hagas sentir la inquietud de
esperar que nunca se cierre la puerta
de tu jardín concuspiscente